Mathilde Roussel-Giraudi , artista francesa, trabaja con materiales vivos, dentro de sus obras se encuentra esculturas de hierba que crecen y cumplen su ciclo natural: brotan y terminan marchitándose.
Para confeccionarlas utiliza como base, una estructura de alambres y las modela con tierra, trigo y granos,
De pequeña, la artista vivía en zonas rurales de Francia, donde aprendió los valores de la conservación, así como también desarrolló una fuerte conexión con la tierra. (Perez). En su pagina personal[1] se señala que la artista “Se interesa en las metamorfosis ciclicos que transforman la materia organica, ya sea vegetal, animal ó humano.”